Lilian Álvarez Arellano

Algunas ideas sobre la relación entre pedagogía, filología y descolonización

Si revisamos lo que ha sido nuestra educación desde el siglo XVI hasta nuestros días, veremos que lo
nuestro, en nuestras aulas, ha estado desvalorizado, incomprendido, mal explicado, insuficientemente
abordado, descuidado o hasta destruido.

Esto ha tenido consecuencias devastadoras para el desarrollo de México y los mexicanos. A esto llamamos colonización, pues este estado de cosas tiene raíz en la invasión europea iniciada en el siglo XVI.

Comprendiendo y valorando lo nuestro, se revierte el sentido del proceso educativo. Ya no es devaluar
para dominar, sino valorar para fortalecer. El estudio del pensamiento de mexicanos que han identificado y conceptualizado los procesos por los cuales se ha dado esta descolonización, y que han emprendido
proyectos específicos para revertir su efecto pernicioso en su fuente, nos alienta y nos indica el camino a seguir.

La Pedagogía, según el DRAE, es "Ciencia que se ocupa de la educación y la enseñanza". En su raíz griega, se refiere a la conducción de los niños. La pedagogía se ocupa de la transmisión, construcción,
crítica y reconstrucción individual y colectiva del conocimiento. Indaga y propone métodos para motivar, lograr y evaluar el aprendizaje; a la vez, propone criterios para seleccionar, jerarquizar y
graduar los conocimientos a enseñar.

La pedagogía no es una técnica sino una ciencia precisamente porque cuestiona sus métodos y reconceptualiza continuamente su materia de trabajo. Y la materia de la pedagogía, si se ocupa de
enseñanza y aprendizaje, es el ser humano.

Como ciencia, la Pedagogía debe operar en dos niveles simultáneamente: el adelanto de los métodos dentro de un paradigma dado, y la búsqueda continua de críticas posibles al mismo, hasta dar con nuevos paradigmas.

Como parte de las humanidades, la pedagogía estudia la identidad y la cultura de individuos y colectividades. El centro de la pedagogía es el sujeto que construye y reconstruye su identidad, sus
conocimientos y sus criterios de valoración.

La pedagogía es una ciencia que responde a la necesidad que tiene toda sociedad de reproducir y cuestionar lo que sabe, contribuyendo con su labor a que se genere nuevo conocimiento y se mantengan los logros culturales de dicha sociedad.

La capacidad humana de crear cultura, es decir, lenguajes socialmente compartidos, es la base de la
pedagogía. Por ello, es fundamental para los pedagogos comprender cómo funciona el lenguaje y
cómo posibilita la comunicación y la cultura.

La filología es, según el DRAE, "la ciencia que estudia una cultura tal como se manifiesta en su lengua y en su literatura, principalmente a través de los textos escritos", o bien "Técnica que se aplica a lo textos para reconstruirlos, fijarlos e interpretarlos".

La filología brinda a la pedagogía una plataforma y herramientas diversas para estudiar la cultura manifiesta en un lenguaje. Constituye una plataforma por el cúmulo de conocimientos que integran el campo de la Filología; funcionan como herramientas de análisis sus diversas teorías y métodos.

El estudio filológico de nuestros autores debe tener, a mi manera de ver, un sentido descolonizador.
Rescatando, editando, interpretando y difundiendo de su obra acrecentamos nuestra reserva moral e
intelectual para enfrentar las nuevas formas de colonización del presente, y preparar la verdadera libertad del futuro.