Itzá Eudave Eusebio

Colonización y Descolonización.

La colonia y su acción de colonización no son una etapa de la historia que se guarde en un libro, periódico o en Internet como algo que pasó y que no nos afecta. No se pueden echar por la ventana del olvido: el desprecio, el despojo, la explotación y la represión que hemos vivido cada día, cada instante desde hace más de 500 años del inicio de invasión y guerra de exterminio contra nuestros pueblos y sus culturas.

Desde el siglo XVI, en nombre de la modernización se han atacado a las tradiciones, costumbres, músicas y lenguas de nuestros pueblos; una guerra contra todo lo que no va con el "desarrollo" del sistema de vida que padecemos; donde el mundo es visto como una mercancía y a la vez como un supermercado gigante en el que se puede comprar y vender todo lo que en él existe.

Sin embargo, a pesar de más de 500 años de invasión, las raíces indígenas, sus pensamientos, así como el contenido filosófico de las lenguas han resistido y se han renovado. Los pueblos viven y construyen el mundo según sus propios modos, acercándonos a la memoria guardada en la palabra y vida de la gente en las comunidades.

Ahí se imaginan y construyen otras formas de acercarse al pasado desde el presente. En el acercamiento a nuestra historia otros modelos de estudio nacen desde las personas, no como objetos de estudio, sino como sujetos y constructores de ella. La transmisión del conocimiento sobre nuestro pasado ha vivido,
resistido y se ha adecuado al paso del tiempo.

El trabajo de descolonización es una tarea permanente. Recordar de dónde venimos, nuestras raíces, nuestra historia, nos construye en la resistencia frente a un modelo de vida que nos niega. Como en el pasado tenemos una tarea permanente.